ATRACÓN DE MARSHMALLOW

Una lista de preguntas (las primeras más difíciles, luego también muy triviales), un paquete de malvaviscos.

Cada equipo nombra a un jugador para que participe en el desafío. Los jugadores se sientan en sillas frente a frente o de forma que puedan verse las caras. Se sortea el equipo titular. El animador que dirige el juego hace una pregunta al jugador: si la responde correctamente, los demás jugadores tienen que meterse un malvavisco en la boca sin masticarlo, si el jugador se equivoca, se lo mete en la boca. Se cambia a otro jugador y se continúa durante el tiempo permitido o mientras haya caramelos en la boca de los jugadores. Por supuesto, los equipos pueden sugerir respuestas a los jugadores sentados en las sillas. La diversión está garantizada, escuchando las respuestas de los jugadores con la boca llena. Y por último, los malvaviscos sobrantes se pueden repartir entre todos los jugadores y comerlos juntos.

El ganador será quien haya respondido más preguntas correctamente o quien tenga menos malvaviscos en la boca.

Reír, reír y, finalmente, comer de felicidad.